miércoles, 30 de marzo de 2016

LIDERAZGO DEPORTIVO

El liderazgo y todo lo que ello implica es una de las habilidades más importantes de todo buen entrenador. Los intentos por comprender el liderazgo deben centrarse en él porque la gente se somete, mas que en el cómo una persona influye en otra. Schein (1970), decía que las personas se someten como consecuencia de un contrato psicológico; quiere decir que las personas hacen muchas cosas porque creen que deben hacerse, y que por aquello que realizan, deberán ser recompensados en forma de remuneración, regalos, o privilegios.
    En todo grupo humano, tiene que haber alguien que establezca las metas comunes, indique el camino y los métodos que deben seguirse; marque los roles correspondientes a cada uno de los integrantes del grupo, active emocionalmente a los deportistas para que cumplan con las metas prefijadas, y elimine los posibles problemas que puedan surgir. La figura que necesariamente debe llevar a cabo todas estas funciones, es el entrenador.
    Todos hemos aprendido a responder a la autoridad, mediante nuestras propias experiencias con nuestros padres, profesores, entrenadores, y otras figuras representativas; y en forma indirecta a través de los modelos ofrecidos por los medios de comunicación, libros, revistas, películas, música, etc. otros. 
El liderazgo proporcionado por el entrenador, es uno de los aspectos que puede contribuir a que el deportista supere las barreras psicológicas que le impiden conseguir un mejor rendimiento.
    No existen rasgos identificables de personalidad relativos a la categoría de liderazgo y a la eficacia del mismo en todas las situaciones; si bien es cierto que hay deportistas y/o entrenadores que estructuralmente tienen condiciones para ser líderes, también es importante lo situacionalmente específico de ese grupo, y en ese momento, para que dicho líder sea eficaz, ya que lo disposicional hace referencia a aquella conducta asociada a un entrenamiento dado, que puede variar de una situación a otra.
    Muchos entrenadores (en forma errónea) dicen: "...esta es la forma en que me entrenaron a mí, fue suficientemente buena para mí, así que será suficientemente buena para ellos..." (los deportistas).
    Esto quiere decir que muchos entrenadores de hoy (y deportistas de ayer) repiten formulas que pueden haber tenido resultado hace 15, 20 o 30 años atrás, y que hoy en general han quedado obsoletas.
 Por ejemplo en las décadas del 60, 70 y también los 80, muchos entrenadores de fútbol, se paraban frente a un grupo de jugadores, y proferían 4 insultos, 5 amenazas, o 6 gritos, y el grupo operaba (mas por temor que por respeto o admiración). Hoy, en el 2000, un entrenador deberá fundamentar su accionar, ya que seguramente habrá en el grupo mas de un integrante que le plantee su disconformidad, (si es que utiliza alguno de esos viejos métodos), que además de ser éticamente adecuado, es mucho más positivo que un deportista sienta respeto y/o admiración por su entrenador, que miedo, ya que el miedo genera dos posibles respuestas:
  •     Parálisis.
  •     Fuga.
    Y en ambos casos son perjudiciales para la práctica deportiva. 
Asi que es preferible que uses la motivacion, el entusiasmo y el respeto juntamente con la amistad para crear un vinculo lleno de armonia desde el vestuario hasta el terreno de juego.


Foto: Marcos Brindicci, Diario Depotivo Olé, 17/12/97.

Bibliografía
  • BALAGUER, Isabel (1994) Entrenamiento psicológico en el deporte. Albatros educación, Valencia.
  • WILLIAMS, Jean (1991) Psicología aplicada al deporte. Biblioteca Nueva, Madrid. 
  • http://www.efdeportes.com


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