miércoles, 20 de julio de 2016

Siete señales de que eres un gran líder y aún no lo sabes


En cada uno de nosotros hay un líder potencial. Es por ello que el portal Inc elaboró una lista con señales de que ya eres un gran líder, aunque aún no te has dado cuenta.


1. Tienes una mente abierta
Mantener una mente abierta es un rasgo importante cuando hablamos de líderes. Si has encontrado a alguien que te ha dicho cómo hacer las cosas de manera más eficiente y te lo has tomado como una crítica constructiva, no me queda más remedio que aplaudirte.
2. Eres accesible
Si eres una persona que da más consejos a sus amigos y compañeros de trabajo de los que recibe significa que valoran tu opinión y eres un referente para pedir ayuda. Ser accesible es un gran calidad que tiene un líder.
3. Mantienes la sonrisa, incluso cuando es difícil
Mantener la templanza profesional es un excelente rasgo que muchos líderes tienen y muchas empresas buscan. Es importante mantener la calma y la situación bajo control.
4. Eres responsable, aunque no quieras
Hay algunos días en lo que sólo apetece quedarse acostado en la cama. Quieres quedarte allí y volver a dormirte. Hay algunos que no salen de la cama y dejan amontonadas esas tareas para otro día. Pero si no lo haces, eso se llama ser responsable.
5. Te mantienes firme
¿Alguna vez te has visto en una situación en la que alguien está pidiendo consejo y aunque sabes que no quiere oírlo, se lo das de todas formas? Pues eso está muy bien. Aunque a tu amigo no se lo parezca en ese momento, pero ésa es una gran cualidad de líder.
6. Eres seguro, pero nunca temes pedir ayuda o apoyo
Los grandes líderes no son perfectos. Confían en las decisiones que toman, pero no tienen miedo de pedir ayuda si la necesitan. Si eres consciente de ello, lo aceptas y sigues adelante con una mente abierta considérate un líder.
7. Tratas a todos por igual a pesar de lo que sientes
Sea donde sea, siempre intentas tratar a todas las personas por igual, independientemente de tus sentimientos. Ser un líder significa que debes ser capaz de tratar a todos con respeto, incluso si estás teniendo un mal día. No muchos pueden hacer eso.

sábado, 16 de julio de 2016

La esencia del liderazgo

Generalmente, los términos “líder” y “liderazgo” tienden a relacionarse con los términos “gerente” y “gestión”. La gestión es algo que se hace con las cosas: se puede gestionar un inventario, un sistema de calidad, un talonario de cheques o los recursos. La gestión no es algo que se haga con la gente. A los seres humanos se les lidera.
El liderazgo se puede definir como: “el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo, en la consecución de objetivos en pro del bien común”. El liderazgo consiste en una serie de destrezas que cualquiera puede aprender y desarrollar, si une el deseo adecuado con las acciones apropiadas.
Muchas veces, el liderazgo se confunde con poder y autoridad. El poder es “la capacidad de forzar o coaccionar a alguien para que éste, aunque preferiría no hacerlo, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza”. Por el contrario, autoridad es “el arte de conseguir que la gente haga, voluntariamente, lo que tu quieres debido a tu influencia personal”.
Se puede estar en una posición de poder y no tener autoridad sobre la gente. Y a la inversa, se puede tener autoridad sobre la gente y no estar en una posición de poder. El poder su puede comprar y vender, se puede dar y quitar. La autoridad tiene que ver con lo que uno es como persona, con el carácter y con la influencia que ha ido forjando en la gente.
Si se recurre al ejercicio del poder, es porque ha fallado nuestra autoridad. El liderazgo consiste en lograr que la gente haga una serie de cosas. Cuando se pretende esto, se combinan dos dinámicas: la tarea (o los resultados) y la relación humana (las personas). Si se centra solo en la tarea, y no en la relación humana, se encontrará con cambios permanentes de personal, rebeldía, falta de calidad o bajo nivel de compromiso. La clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas, fomentando las relaciones humanas. Los grandes líderes de verdad poseen el arte de construir relaciones que funcionan.
El ingrediente más importante para que una relación funcione es la confianza. Sin ella, es difícil, por no decir imposible, mantener una buena relación. La confianza es lo que permite cimentar los distintos elementos de una relación.
Otro ingrediente es saber escuchar. Cuando se corta a la gente y se le deja con la palabra en la boca, se emiten mensajes poco positivos: “si me cortan así la palabra, es evidente que no me están escuchando muy atentamente, puesto que ya tenían la respuesta en mente. No me valoran en absoluto, no valoran mi opinión, deben pensar que lo que tienen que decir es mucho más importante que lo que yo tengo que decir”.
El papel del líder no es mandar. Su trabajo es quitar los obstáculos que le impiden a su gente brindar un buen servicio a los clientes. Sin embargo, hay demasiados ejecutivos que, más bien, son un estorbo permanente. El líder es alguien que identifica y satisface las necesidades legítimas de su gente y elimina las situaciones que dificultan un buen servicio al cliente.
Una vez satisfechas las necesidades básicas, tales como el alimento, seguridad, identificación y autoestima (jerarquía de las necesidades, según Maslow), lo siguiente es la realización personal, que consiste en lograr que la gente pueda llegar a ser lo mejor que puede ser o que es capaz de llegar a ser. El líder debe empujar y animar a su gente a dar lo mejor de sí misma.
El liderazgo de largo plazo, el que aguanta la prueba del paso del tiempo, tiene que construirse sobre la autoridad. El liderazgo empieza con la voluntad, que es la única capacidad que se tiene para que las acciones sean consecuentes con las intenciones y para elegir el comportamiento. Con la voluntad adecuada, se puede identificar y satisfacer las necesidades legítimas y no los deseos de las personas que se dirigen. Cuando alguien satisface las necesidades de los otros, por definición, les sirve e, incluso, se sacrifica por ellos. De esta manera, se forja la autoridad o influencia sobre la gente. Entonces, es cuando se gana el derecho a ser llamados “LIDERES”
bibliografia: 
www.gestiopolis.com